Biografías

D.Alejandro Aguado y Ramírez de Estenoz

   Vamos a iniciar la página de Historia de "Langreanos en el mundo" por el apartado de Biografías. Y lo hacemos con un sevillano unido a Langreo por distintas razones, aunque principalmente porque puso las bases de lo que sería el despegue industrial de la cuenca minera del Nalón en la primera mitad del siglo XIX.

   Nos estamos refiriendo a Alejandro Aguado y Ramírez de Estenoz (Sevilla 1785-Gijón, 1842). De origen judío, era sobrino del político y militar Gonzalo O'Farrill. Ingresó en el Ejército como cadete, prestando servicio de armas en Ceuta, donde trabó amistad con el héroe de la independencia americana: José de San Martín. Al comenzar en España la guerra contra la invasión francesa, estuvo al servicio de la Junta Central, mientras ésta permaneció en Sevilla.

   Pero cuando los franceses entraron en esta ciudad, siguiendo el ejemplo de su tio O'Farrilll, se pasó al bando de los invasores, captado por el mariscal francés Nicolás Juan de Dios Soult. Pues bien, Soult estuvo al mando de las primeras fuerzas de Napoléon que entraron en Sama, "por el camino de Cumillera—Camellera—, después de haber ocupado la villa residencial de Ciaño". ( En Camillera se instaló después la factoría de Carbones de la Nueva, actualmente Químicas del Nalón). Y Aguado, que era ayudante de campo del mariscal de Soult, es muy probable que estuviera por esos años (entre 1808-1810 aproximadamente) en el Valle del Nalón.

   Al ser derrotadas las tropas francesas, Aguado tuvo que emigrar a Francia, como tantos otros afrancesados. En París se dedicó a los negocios de banca. Fundó la Casa Aguado, y antes de cumplir los cuarenta años era ya un poderoso financiero. En los años 1823 y 1824 negoció dos importantísimos préstamos por valor de mil trescientos millones de reales en un momento sumamente difícil para el Estado español y la monarquía de Fernando VII, que estaba en absoluto descrédito.

    Se convertía así en el banquero predilecto de la Corte de España, que, como galardón a este gran servicio, le concedió el título de *Marqués de las Marismas del Guadalquivir en 1829. Un año antes se le había concedido la nacionalidad francesa. En 1831 regresó a Madrid, siendo agasajado por toda la nobleza y la plutocracia madrileñas. Le acompañaba el gran compositor italiano Joaquín Rosini. Ambos fueron recibidos por el Rey Fernando VII. Grabado de la época
   Fue también buen amigo del renombrado novelista francés, Honoré de Balzac, del que fue comensal suyo en París. Aguado fue asimismo uno de los fundadores del Canal de Castilla.

   Viajó después a Asturias, y en 1836 fundó la Sociedad Aguado, Muriel y Compañía, empresa minera establecida en Langreo. Esta empresa puso en práctica el primer reglamento en la minería de una Caja de Socorros en 1844, que cubría el pago de médico, cirujano y medicinas no sólo para el personal que estaba en activo, sino también para los obreros que hubiesen sido declarados con incapacidad permanente, así como a las viudas y sus hijos. Luego, siguiendo el plan concebido por Jovellanos, Aguado financió la carretera carbonera, con una inversión que superó los cuatro millones de reales. Para la construcción de esta carretera se movilizaron cientos campesinos de los valles mineros, que trabajaban muchas veces "por un simple pedazo de pan". Aguado se desplazó a Gijón en 1842 para asistir al acto inaugural de la carretera.

   Pero el 12 de abril, el mismo día de la inauguración, moría afectado por una fulminante hemiplejía en la fonda gijonesa "El Águila de Oro". Precisamente en esos años se estaba produciendo una profunda mutación en las técnicas siderúrgicas, con la sustitución del carbón vegetal por el carbón mineral coquificado. De este modo, Langreo y su comarca se convertían en lugares privilegiados para la instalación de ferrerías. Poseía una riqueza fundamental: el "monarca carbón", hacía el que se movían entonces las corrientes más dinámicas de la vida económica. En tal sentido, uno de los proyectos que Aguado tenía para Asturias era levantar un gran complejo siderúrgico en la comarca del Nalón, para lo que estaba dispuesto a invertir unos cuarenta millones de reales, una cantidad fabulosa para aquella época. Pero no pudo ser.

    El emplazamiento de una importante fábrica siderúrgica en Langreo tardará aún tres lustros. Los hijos y herederos de Aguado no continuaron con sus ambiciosos proyectos asturianos. En 1843 se sacaban a remate público en París las minas de carbón en los concejos de Siero y Langreo, con todos los terrenos, almacenes, efecto y útiles para la explotación de dichas minas. Y fue Fernando Muñoz, duque de Riansares y Tarancón y esposa de la regenta María Cristina de Borbón, el que subrogó a la Casa Aguado la carretera carbonera y las minas de carbón.

    Por último, Alejandro Aguado tiene una plaza en Sama, popularmente conocida como la "Plaza de los chorizos", por los puestos de venta de embutidos y carnes allí expuestos en el mercado de los lunes. Y hay en su honor otra calle en Gijón, en el barrio de La Arena. Y tal vez por su amistad con el general San Martín, una pequeña ciudad Argentina lleva su nombre.

   *El último Marqués de las Marismas del Guadalquivir, muerto en Argentina 1991, fue el famoso actor, director y escritor, Luis Escobar.

Francisco Palacios González
Área de Historia de "Langreanos en el mundo"